sábado, 19 de enero de 2013

Trabajador amonestado por pedorro


Trabajador amonestado formalmente por pedorro

¿Que es peor, pedorrearse en el trabajo o tener una reprimenda oficial enviada detallando cada vez que se tira un pedo en el trabajo con fechas y horas? Espere usted no tiene que responder a eso, lo último es peor, mucho peor.




Un empleado federal de los EE.UU. fue reprendido oficialmente este mes por excesiva flatulencia durante su trabajo, una sanción que le fue entregada en una carta de cinco páginas que en realidad incluye un registro de las fechas y horarios cuando se registró que “liberó olor horrible y desagradable” en su oficina de Baltimore. En una carta enviada el 10 de diciembre se lo acusa de “conducta impropia de un oficial federal”, el empleado de la Administración de la Seguridad Social fue informado de que su “flatulencia incontrolable” había creado un ambiente “intolerable” y “hostil” para sus compañeros de trabajo, varios de los cuales han presentado denuncias ante los supervisores. El trabajador, un residente de Maryland, de 38 años de edad, informa la evidencia presentada, sufría de “algunas condiciones médicas” que, a veces le llevaron a ser incapaz de trabajar días completos. Pero un gerente de SSA señala en la carta de reprimenda que “nada de lo que usted ha presentado ha indicado que tendría flatulencia incontrolable. Es mi creencia de que es posible controlar esta condición”.



Una copia redactada de la carta se distribuyó recientemente entre los funcionarios de la Federación Americana de Empleados Gubernamentales (AFGE), el sindicato que representa a los trabajadores de SSA. El trabajador de la SSA, en la foto de abajo con su esposa, que al parecer fue tomada en un parque de diversiones. El empleado es un autorizador reclamaciones en el centro de la SSA que se encarga de los casos de discapacidad para todo el país. De acuerdo con la carta de amonestación, es la sanción administrativa menos severa que puede ser impuesta a un trabajador federal. La primera vez que se habló con el hombre de su flatulencia fue el 18 de mayo durante una “discusión de rendimiento” con su supervisor. Se le informó que sus compañeros de trabajo se habían quejado de su flatulencia, y que era “la razón por la que ninguno de ellos estaba dispuesto a ayudarle con su trabajo”. El supervisor del empleado lo refirió a una unidad de la SSA para “asistencia con lo que podría haber sido un problema de salud que está afectando a todo el mundo en el módulo”.



Dos meses después, el 17 de julio, una segunda gerente de SSA habló con el hombre “en cuanto a su liberación de gas corporal en el módulo durante el horario de trabajo”. La gerente le preguntó al empleado si podía “llegar al baño antes de soltar el olor horrible y desagradable”. Ella también relató lo que parecía ser una conversación anterior, durante la cual el trabajador sugirió que iba a “encender su ventilador cuando sucediera”. La gerente le advirtió que “encender el ventilador podría causar que el olor se difunda y empeore la calidad del aire en el módulo”. El 14 de agosto, un tercer administrador - un Director de División Adjunto - habló con el trabajador sobre su “continua liberación de gas de su cuerpo y el terrible olor que venía con el gas”, el director señaló que el trabajador había dicho que era intolerante a la lactosa y tenía previsto adquirir Gas-X, un remedio de venta libre. El gerente informó al empleado que él “no podía dejar pasar el gas por tiempo indefinido y seguir perturbando el lugar de trabajo”.



A pesar de estas repetidas advertencias, el hombre al parecer siguió luchando con su flatulencia durante todo el final del verano y el otoño. Después de afirmar que: “Es mi creencia de que es posible controlar esta condición”, el autor de la carta de reprimenda a continuación, señaló: “Las fechas siguientes muestran el momento de su flatulencia”. Lo que seguía era una lista de registros de 17 fechas diferentes (y 60 horas determinadas) en la que el empleado emitió gases. Por ejemplo, el 19 de septiembre incluía nueve casos de flatulencia, comenzando a las 9:45 AM y concluyendo a las 4:30 PM. El hombre fue acusado de lanzar un trío de ataques el 11 de septiembre. El autor de la carta escribió que la conducta del empleado había sido “descortés, irrespetuosa, y totalmente inadecuada”, y era merecedor de una sanción formal, que se coloca en los archivos de un trabajador personal hasta por un año. La reprimenda, señaló el director, “es el castigo menos severo a disposición de inculcarle la gravedad de sus acciones y es necesario para impedir la mala conducta en el futuro”.

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