domingo, 26 de agosto de 2012

Pez vivo cae de un árbol


El misterio del pez vivo que cayó del árbol
Pez “Lucky” cae de un árbol

Las ciudadanas esperan reunir al cíclido con su dueño

Por Jane Seyd, North Shore News 04 de agosto 2012

Lynda Taylor (izquierda) y Cindy Wilkinson con “Lucky”. Su amigo fue encontrado en el patio trasero de Wilkinson.


Fotografía por: Kevin Hill, North Shore News

Es un cuento de peces voladores digno de Buscando a Nemo. Pero en un extraño giro, esta inusual historia de tres mujeres del Norte de Vancouver tratando de reunir a un pez exótico con su dueño comenzó en la tierra - con un pez que cayó de un árbol.

Cindy Wilkinson llegó a su casa el lunes para encontrar un mensaje de voz de su amiga Jan Bailey.

“Ella dijo, ‘Lo más extraño que acaba de suceder. Un pez acaba de caer fuera de nuestro árbol de cedro en el suelo”. Bailey quien vive cerca de la Third Street y St. David’s Avenue, había visto el clavado del pez, digno de un premio olímpico, en su patio trasero. Su marido salió a investigar, y encontró el pez caído cubierto de agujas de cedro, pero increíblemente todavía vivo.

Era un pez de aspecto inusual, naranja rojizo y de una longitud de 25 centímetros. Bailey sacó un acuario viejo, lo llenó con agua y puso el pez en su interior. Entonces llamó a Wilkinson, quien de inmediato llamó a Lynda Taylor, otra amiga que sabe de peces y tiene un gran estanque con peces koi. “Yo dije, ‘Hay un pez que acaba de caer de un árbol’”, dijo Bailey.

Las amigas decidieron hacer algunas investigaciones en Internet.

Una revisión rápida de los peces mostró que el misterioso pez era probablemente un pez de acuario nativo de América del Sur y Central y usualmente se mantiene en acuarios de interior.

Wilkinson y Taylor lo llevaron a una tienda de mascotas local y confirmaron su identidad como una mojarra, que es descrita como “un pez robusto”.

Lo que sigue siendo un misterio es cómo el pez acabó en el árbol. “Tal vez alguien estaba limpiando el tanque y lo dejó fuera por un minuto”, dijo Wilkinson.

Taylor dijo que también es posible que la mojarra fuera puesta en un estanque al aire libre por el verano. Su mejor conjetura es un águila o una garza, al ver una posible presa, la arrebató de las aguas y dejó caer el pescado de su percha.

Por ahora, Taylor ha puesto a la mojarra, apodada Lucky, en un pequeño tanque de 30 galones con un pH neutro, plantas y un pelele para airear el ambiente.

“Está nadando alrededor y es feliz”, dijo Wilkinson.

Debido a que los cíclidos Midas pueden ser agresivos con otros peces, Lucky tiene el tanque para él solo. Lucky también ha pasado de naranja a un color melocotón pálido. Taylor, que ya cuenta con koi, shubunkins, peces de colores rosados y tintos, mantiene una estrecha vigilancia sobre la nueva llegada.

“He salvado un montón de peces. Pero no una mojarra. Y no uno que haya caído de un árbol”, dijo.

Lo que Taylor y Wilkinson esperan hacer es reunir al pez con su dueño.

“¿Quién va a pensar que su pez está vivo?” preguntó Wilkinson. “Es un pez raro. Estoy segura que no muchas personas han perdido una de estas cosas”.

© Copyright (c) The Vancouver Sun

http://www.vancouversun.com/Lucky+fish+falls+tree/7042116/story.html

Vía: Marcianitos verdes

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