lunes, 4 de junio de 2012

Condenados a muerte por bailar en una boda

Cuatro hombres y dos mujeres condenados a muerte por bailar en boda en Pakistán


Radicales religiosos han pedido la muerte de cuatro hombres y dos mujeres después de haber sido filmados bailando juntos en una boda en el norte de Pakistán, según la policía local y sus familiares. Una jirga tradicional, o consejo tribal, condenó los seis a muerte por “manchar el honor” de sus familias después de que desafiaron las costumbres locales que requieren que los hombres y las mujeres permanezcan separados en las bodas.

Ellos fueron condenados después de que salieron escenas de teléfono celular del suceso, enfureciendo a los residentes de una remota aldea en el distrito montañoso de Kohistán, a 100 kilómetros al norte de la capital Islamabad. Muhammad Afzal, hermano de los dos hombres, dijo: “Una jirga tribal los ha declarado fornicarios y podrían ser asesinados en cualquier momento”. Los agentes de policía dijeron que estaban trabajando para rescatar a los seis y los funcionarios locales dijeron que un clérigo había sido detenido.

Abdul Mayid Afridi, oficial de policía del distrito, dijo: “Se decidió que los hombres serían asesinados en primer lugar, pero se escaparon así que las mujeres están a salvo por el momento. He enviado un equipo para rescatarlos y estoy esperando escuchar alguna noticia”. Sin embargo, agregó que los seis podrían ser víctimas de un conflicto tribal local y no estaba claro si los seis habían estado bailando juntos”. Todos ellos se muestran por separado en el video. He visto el video tomado con un teléfono celular, muestra cuatro mujeres cantando y un hombre bailando en escenas por separado y luego otro hombre que estaba sentado por separado”, agregó.

La boda ocurrió hace dos meses, pero la controversia salió a la luz esta semana. “La policía ha detenido a un clérigo y su compañero que expidieron el decreto de muerte, pero lo negaron por completo”, dijo el funcionario de la administración local Aqal Badshah Khattak. El caso pone de relieve la cuestión de los crímenes de honor en Pakistán, donde las mujeres son tratadas como ciudadanos de segunda clase en las zonas conservadoras, rurales.

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